Se le atribuye a Andrónico de Cirro, que fue un astrónomo griego que vivió alrededor del año 100 a. C , la creación de la primera veleta como instrumento meteorológico, seguramente supiera de la existencia de la veleta y lo que hizo fue mejorar el diseño y hacerlo más ornamental. Como astrónomo le encargaron construir un horologium, en la ciudad de Atenas, que es una especie de reloj astronómico muy popular por aquella época, que es la famosa Torre de los Vientos.
El cambio de las veletas antiguas por la primera veleta de gallo, se le atribuye al Papa Gregorio I, como el gallo es un símbolo del cristianismo y además el emblema de San Pedro, se empezó a formalizar su uso en las iglesias, ya que por aquellos tiempos eran los edificios más altos. De forma obligatoria ya fue por el siglo IX, el Papa Nicolás I ordenó que dicha figura se emplazara en cada campanario de cada iglesia. Pero un poco antes el Papa León IV , sabiendo ya la simbología del gallo, ordenó poner la veleta del gallo en la Antigua Basílica de San Pedro. Ya la iglesia católica manejaba los símbolos y en concreto del gallo se dice que representa la vigilancia del clero sobre el pueblo.
Precisamente es un gallo lo que corona otra de las veletas más antiguas de España: la de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, en León. La prueba del carbono 14 ha atestiguado que este gallo de cobre plomado recubierto de oro, e instalado desde el siglo XI como veleta en este templo leonés, data del siglo VI.
Gallo-veleta de la basílica de San Isidoro de León
Con todo este bagaje, no es de extrañar que haya sido protagonista de muchas anécdotas curiosas, e incluso ha dado nombre a monumentos, algunos tan famosos como la Giralda. La torre sevillana está coronada por una cúpula sobre la que descansa la más famosa de sus veletas o giralda (llamada así por su movimiento circular sobre su propio eje), que, a su vez, dio nombre a la edificación completa después de que los sevillanos comenzaran a llamar a la veleta Giraldillo y a la torre simplemente Giralda. Esta veleta representa la Victoria de la Fe y está construida en bronce. La Giralda es un símbolo de la capital andaluza, aunque, paradójicamente, Sevilla no es precisamente una ciudad que sepa de vientos.
La veletas de viento con motivos de oficios han sido utilizadas también para indicar al vieajero la profesión del que habitaba en esa casa.
Nuestras veletas de viento están fabricadas en hierro y chapa y el sistema de pintura utilizado garantiza su durabilidad. Disponemos más de 40 modelos y dos tamaños a elegir con amplio surtido de motivos. Si entre los diseños ofrecidos no encuentra el que se usted busca podemos hacerle su propio diseño.